La Capilla Mudéjar de San Bartolomé en Córdoba es un excelente ejemplo del arte mudéjar, construida a finales del siglo XIV o principios del XV, en el contexto histórico de la repoblación cristiana tras el asalto a la Judería en 1391. Esta capilla de planta rectangular (aproximadamente 9 x 5 metros) se organiza en dos sectores: la capilla propiamente dicha y un atrio de entrada. Está construida con sillares de arenisca y muestra la estética gótico-mudéjar, destacando su bóveda de crucería, yeserías decorativas y zócalo de azulejos con motivos geométricos que son ejemplos destacados de la decoración mudéjar en Córdoba.

Arquitectónicamente, quedó incompleta, lo que puede observarse en la ausencia de techumbre y la no ejecución de una de sus naves laterales. La capilla tiene dos accesos, uno a un pórtico exterior que da a un patio y la calle Averroes, y otro que conduce a una capilla lateral que se cerraba desde fuera, quizás conectada antiguamente a otra edificación.

Históricamente, la capilla funcionó como parroquia hasta el siglo XVII y ha sufrido varias remodelaciones, destacando las restauraciones de los siglos XIX y XX que recuperaron elementos originales y decoraciones murales. Está situada actualmente anexa a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, en el antiguo Hospital del Cardenal Salazar, edificio barroco del siglo XVIII.

Turísticamente, es uno de los monumentos mudéjares más valiosos de Córdoba, junto a la Capilla Real de la Mezquita-Catedral y la Sinagoga, y está declarada Bien de Interés Cultural. Su decoración interior y su historia la convierten en una visita imprescindible para quienes desean conocer la convivencia cultural y artística entre cristianos, musulmanes y judíos en la Córdoba medieval.