La Basílica Menor del Juramento de San Rafael en Córdoba es un templo católico ubicado en el barrio de San Lorenzo que conmemora la tradición de la aparición del Arcángel San Rafael al padre Roelas en 1578, en la que San Rafael le juró custodiar la ciudad. Esta devoción arraigó fuertemente en Córdoba, dando lugar al culto al arcángel y a la necesidad de un lugar de oración y culto dedicado a él.

Arquitectónicamente, la actual basílica fue diseñada por el arquitecto Vicente López Cardera, quien, influenciado por el neoclasicismo y las obras de Ventura Rodríguez, construyó el templo entre 1796 y 1806 tras una recolecta popular para superar la insuficiencia del anterior edificio erigido en 1732. La iglesia destaca por su fachada de piedra con un frontón triangular adornado con imágenes en piedra de San Rafael, San Acisclo y Santa Victoria, flanqueada por dos torres que sostienen el cuerpo de campanas.

Históricamente, el origen del culto a San Rafael en Córdoba se remonta al siglo XIII, cuando apareció al padre Simón de Sousa durante una peste, ordenando que se colocara una imagen suya en la torre de la Catedral, lo que supuestamente detuvo la epidemia. Este culto se consolidó en los siglos siguientes, culminando en la fundación de la Hermandad de San Rafael y en la construcción del templo actual.

La basílica es la sede canónica de la Hermandad Universitaria y de la Hermandad de San Rafael, custodio tradicional de Córdoba, y constituye un punto de referencia espiritual y cultural dentro de la ciudad, especialmente importante en las celebraciones anuales en honor al arcángel, que tienen lugar el 7 de mayo, día de su aparición y juramento según la tradición.

En resumen, la Basílica Menor del Juramento de San Rafael combina valor histórico, arquitectónico y devocional, presentándose como un símbolo distintivo de la protección espiritual sobre Córdoba y un monumento neoclásico de relevancia en el patrimonio religioso de la ciudad