Córdoba es una ciudad donde el agua corre con historia por sus calles. Sus fuentes son más que simples puntos de agua; son auténticos monumentos y lugares de encuentro que revelan la riqueza cultural y la herencia histórica de la ciudad. Para el turista, visitar las fuentes de Córdoba es una manera refrescante y fascinante de recorrer sus barrios y descubrir la mezcla de influencias romanas, árabes y posteriores estilos europeos.
Una ciudad de fuentes y tradición
Cuenta Córdoba con más de 650 fuentes públicas, de las cuales cerca de 200 son ornamentales y muchas tienen valor histórico o artístico. Esta abundancia se explica por la importancia que siempre tuvo el agua en esta tierra, desde la época romana hasta la presencia musulmana, que elevó la cultura del agua a un arte. Cada barrio tiene fuentes que proveyeron agua potable y que hoy permiten al visitante refrescarse mientras disfruta de su belleza.

Fuente de Santa María en el patio de los Naranjos
Cinco fuentes imprescindibles
- Fuente de la Plaza del Potro: De estilo renacentista y construida en 1577, esta fuente se ubica frente al Museo Julio Romero de Torres. Fue levantada para mejorar el abastecimiento local y su nombre se vincula a la venta antigua de potros y mulas en la plaza.
- Fuente de la Piedra Escrita: Situada en una esquina emblemática de la ciudad, esta fuente barroca data de 1721. Destaca por sus columnas, su frontón abierto, el escudo de Córdoba y las esculturas de leoncillos que sostienen los caños de agua.
- Fuente de la Plaza de las Tendillas: Inaugurada en 1970 con proyecto del arquitecto Carlos Font, se trata de una fuente moderna con base de mármol negro y rebosadero curvado que protege la escultura ecuestre del Gran Capitán.
- Fuente de San Andrés: Ubicada en una pequeña plaza en el barrio homónimo, esta fuente barroca del siglo XVII dispone de una taza superior con cuatro caños y un pilón octogonal. Fue trasladada en el siglo XIX y tiene elementos históricos singulares, como la retirada del escudo napoleónico.
- Fuente de Santa María: Localizada en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral, esta fuente barroca ocupó el lugar de las abluciones musulmanas. En torno a ella se congregaban vecinas del Córdoba antiguo para llenar cántaros, siendo emblemática por el olivo centenario que la acompaña.
- Fuente de la plaza del Potro
- Fuente del claustro del hospital de la Caridad
- Fuente de la Piedra Escrita
Además, muchas fuentes siguen ofreciendo agua potable para el uso público, una experiencia única para quienes visitan en verano y desean refrescarse con un toque de historia.