El icono de la pintura cordobesa en su casa de la Plaza del Potro

Museo Julio Romero de Torres – La obra y el mito de un pintor universal

Seis salas temáticas, museografía accesible y tardes gratuitas los jueves

Sólo
5
15 octubre

El Museo Julio Romero de Torres ocupa las dependencias históricas del antiguo Hospital de la Caridad, en plena Plaza del Potro, frente al Museo de Bellas Artes. Dentro, un recorrido por seis salas traza la biografía artística del pintor: del entorno familiar y la primera época, a la Capilla (con la célebre Muerte de Santa Inés), El origen de lo hondo (el alma flamenca), Semblanzas (retratos y mujeres) y El espíritu de Córdoba (símbolos y tópicos revisitados). El discurso combina piezas clave —como La nieta de la Trini, Viva el pelo o Naranjas y limones— con documentación y recursos digitales, creando una experiencia inmersiva y muy comprensible incluso para no expertos.

El museo ha sido renovado con criterios de accesibilidad: plano en alto relieve y Braille en el vestíbulo, cartelas adaptadas UNE 170002 con códigos NaviLens, reproducciones en relieve de las obras principales y bucle magnético en recepción. También dispone de radioguías y recursos de LSE bajo petición.

Temporada general (16 sep – 15 jun):
Mar–vie 08:15–20:15 · Sáb 09:30–17:30 · Dom/Fest 08:15–14:15 · Lun cerrado.

Horario reducido (16 jun – 15 sep):
Mar–dom 08:15–14:15 · Lun cerrado

Preguntas frecuentes

Sí. Muchas personas llegan “sin expectativas” y salen enamoradas de la obra y del relato biográfico que proponen las salas.
Las salas son temáticas y la iluminación es cuidada, incluso con encendido por movimiento que deja la sala en penumbra y realza cada obra.
Entre 45 y 90 minutos. Varios visitantes indican que estuvieron ~2 horas disfrutándolo sin prisas.
No, es pequeño y coqueto (casa-museo), pero con una selección muy representativa de todas las épocas del pintor.
Clásicos como La chiquita piconera, Naranjas y limones, El pecado, además de retratos y salas como La Capilla y El espíritu de Córdoba.
La casa tiene varias plantas y ascensor. Aun así, hay escaleras propias de un edificio histórico; si tienes movilidad reducida, consúltalo en acceso.
Sí, se permiten fotos en el interior. No obstante, respeta siempre la señalética y las indicaciones del personal.
Muy recomendable: discurso claro, miradas y retratos que enganchan y personal que ayuda si preguntas.