Fe y memoria

Córdoba, tierra de mártires: del anfiteatro romano al siglo XX

Córdoba, tierra de mártires: del anfiteatro romano al siglo XX

Los mártires cordobeses y de nuestra provincia dan sentido histórico y cultural a la devoción popular, a las advocaciones parroquiales y a las rutas de memoria que atraviesan la ciudad y su territorio.

Tres grandes oleadas de martirio

1) Los orígenes (siglo IV)

En la persecución de Diocleciano (año 304) la tradición cordobesa sitúa a Acisclo y Victoria, Zoilo y las Tres Coronas (Fausto, Jenaro y Marcial) como primeros mártires de Córdoba. Sus cultos nacen en la propia ciudad y anclan, desde muy pronto, la identidad cristiana local. En torno a ellos se articulan templos, reliquias y procesiones que sobreviven durante siglos.

Dato patrimonial: las reliquias de varios “santos de Córdoba” se veneran desde antiguo en la Basílica de San Pedro.

2) El gran ciclo mozárabe (850–859)

Bajo el Emirato, 48 cristianos fueron ejecutados en Córdoba en el llamado ciclo de los Mártires de Córdoba. De ellos, 26 eran cordobeses de nacimiento según nuestro criterio: 22 naturales de la capital y 4 nacidos en la provincia. La nómina incluye nombres tan conocidos como Perfecto, Flora, Leocricia, Aurelio, Columba o Eulogio, y constituye un caso excepcional en la cristiandad por la concentración de “nacidos” locales documentados con nombre y testimonio.

3) Siglo XX: la persecución religiosa (1936–1939)

El 16 de octubre de 2021 fueron beatificados 127 mártires de la Diócesis de Córdoba (79 sacerdotes, 39 laicos, 5 seminaristas, 3 religiosos y 1 religiosa) asesinados por el llamado Terror Rojo durante la Guerra Civil que tuvo lugar en España entre los años 1936 y 1939. La mayor parte nacieron en pueblos de la provincia (Pozoblanco, Castro del Río, Puente Genil, etc.), y todos forman parte de la misma memoria cordobesa que, con humildad y firmeza, enlaza siglos de fe con nuestro presente.

¿Está Córdoba entre las ciudades con más mártires “nativos”?

– Siglo IV (tradición local): al menos 6 cordobeses (Acisclo, Victoria, Zoilo, Fausto, Jenaro y Marcial).
– Siglo IX (850–859): 26 cordobeses (22 capital + 4 provincia) dentro de 48 ejecuciones.
– Siglo XX (1936–39): 127 mártires beatificados de la diócesis cordobesa.

Total documentado mínimo: 153 cordobeses (26 + 127), que asciende a 159 si incorporamos los seis de la tradición tardo-romana. No hay muchas ciudades en el mundo que puedan identificar por su lugar de nacimiento una concentración semejante de mártires locales a lo largo de tantos siglos.

Las grandes cifras de otros lugares (Lyon en 177, Nagasaki en 1597, Uganda en 1885–87) suelen referirse a mártires “en” la ciudad procedentes de diversos orígenes. En Córdoba, en cambio, una parte muy relevante de los mártires son “nacidos” aquí —capital o provincia— y están nominalmente identificados, algo poco frecuente en series tan largas. Por eso, con prudencia historiográfica, Córdoba puede situarse entre las primeras del mundo cristiano por mártires nativos. (La comparación estricta es compleja porque pocas tradiciones desglosan “lugar de nacimiento” con la misma granularidad).

Lugares y huellas que puedes visitar hoy

  • Basílica de San Pedro, con culto histórico a los “santos de Córdoba”.
  • Parroquias, reliquias y retablos dedicados a Acisclo y Victoria y a San Zoilo, memoria viva de la Córdoba tardo-romana.
  • La Mezquita-Catedral, que en 2021 acogió la beatificación de los 127 mártires del siglo XX.

Una identidad que atraviesa los siglos

Más allá de los números, la tradición católica cordobesa ha tejido cofradías, templos, fiestas, topónimos y patronazgos que devuelven nombres y rostros a nuestra historia: desde los jóvenes de la Córdoba romana a los monjes y laicos mozárabes del siglo IX, y desde los párrocos de pueblo a las madres y trabajadores del siglo XX. Esa continuidad —capital y provincia como una sola comunidad— explica por qué Córdoba sigue leyendo su pasado a la luz de una fe que modeló barrios, plazas y familias.